Este domingo, después de recorrer las instalaciones del Complejo
Refinador de Paraguaná, junto a los trabajadores de la Planta; visitar
algunas comunidades aledañas afectadas directa o indirectamente por la
explosión ocurrida en el área de almacenamiento, y participar en una
misa ecuménica en honor a los caídos, el presidente de la República,
Hugo Chávez, hizo un llamado a la calma y a no dejarse sembrar temores
infundados.
Pidió al pueblo venezolano, sobre todo a los habitantes de la Península, “elevar el espíritu” y “tener nervios de acero, el mejor de los juicios, porque lamentablemente todavía hay quienes en nuestro país se prestan para jugar con la muerte y la tragedia”. “Más allá de los niveles subalternos de pensamiento, estamos nosotros y nuestro elevado espíritu humano”, dijo en su sentido discurso.
Respecto a los rumores y a las declaraciones de los “expertos en inmoralidad”, Chávez dijo, que “detrás de todo eso se esconde una intencionalidad perversa, con la que se trata de manchar la dignidad incluso de los muertos, no se respeta ni a los muertos ni a nada. Son los engañadores de todas las horas, decía el grande Jorge Eliécer Gaitán”.
Relató, que estaba recordando con los periodistas horas antes de su alocución en la Base Naval Mariscal "Juan Crisóstomo Falcón", que “cuando la tragedia de Vargas hubo quienes dijeron que era castigo de Dios por la nueva Constitución que habíamos aprobado ese día en referendo nacional. 14 años después pasa lo mismo, expertos en inmoralidad comienzan a emitir cualquier cantidad de opiniones sin fundamento alguno, y las aliñan, las envenenan”.
Se preguntó para salir al paso a ciertas especulaciones y “defender la dignidad de la Patria”: “¿Alguien puede pensar que el Comandante Rodríguez, los dos mayores que fallecieron, los capitanes, los guardias nacionales que murieron y los que se salvaron, tenían varios días oliendo gas y no iban a tomar alguna medida?”.
Reiteró, que el gobierno bolivariano investigará “hasta el fondo esto, sin desechar ninguna hipótesis (...) Aquí estamos, llorando a nuestros muertos, reconociendo su heroísmo, ayudando a las familias damnificadas, a las que recibieron impacto directo e indirecto (…) En este momento tenemos cientos de hombres que aún trabajan en extinguir el fuego que queda (…) Como siempre o casi siempre el único culpable aquí se llama Chávez”.
Concluyó: “algún filósofo dijo: la función debe continuar, con nuestros dolores, nuestros pesares, nuestros muertos. Dice la Biblia, la muerte será absorbida o anulada por la victoria; la victoria de la Patria convertirá estas muertes heroicas e inocentes, estos dolores y sacrificios, en vida eterna”.
Durante la misa, el presidente Chávez dispuso el ascenso post mortem de los 18 oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana fallecidos tras la explosión y condecoró a otros que desempeñaron un rol heroico en las labores de rescate.
Antes, a su llegada al Complejo, aseguró que "hay elementos que configuran distintas hipótesis, no se puede obviar ninguna hipótesis, al sitio donde fue el foco de la explosión todavía nadie ha podido llegar".
Pidió al pueblo venezolano, sobre todo a los habitantes de la Península, “elevar el espíritu” y “tener nervios de acero, el mejor de los juicios, porque lamentablemente todavía hay quienes en nuestro país se prestan para jugar con la muerte y la tragedia”. “Más allá de los niveles subalternos de pensamiento, estamos nosotros y nuestro elevado espíritu humano”, dijo en su sentido discurso.
Respecto a los rumores y a las declaraciones de los “expertos en inmoralidad”, Chávez dijo, que “detrás de todo eso se esconde una intencionalidad perversa, con la que se trata de manchar la dignidad incluso de los muertos, no se respeta ni a los muertos ni a nada. Son los engañadores de todas las horas, decía el grande Jorge Eliécer Gaitán”.
Relató, que estaba recordando con los periodistas horas antes de su alocución en la Base Naval Mariscal "Juan Crisóstomo Falcón", que “cuando la tragedia de Vargas hubo quienes dijeron que era castigo de Dios por la nueva Constitución que habíamos aprobado ese día en referendo nacional. 14 años después pasa lo mismo, expertos en inmoralidad comienzan a emitir cualquier cantidad de opiniones sin fundamento alguno, y las aliñan, las envenenan”.
Se preguntó para salir al paso a ciertas especulaciones y “defender la dignidad de la Patria”: “¿Alguien puede pensar que el Comandante Rodríguez, los dos mayores que fallecieron, los capitanes, los guardias nacionales que murieron y los que se salvaron, tenían varios días oliendo gas y no iban a tomar alguna medida?”.
Reiteró, que el gobierno bolivariano investigará “hasta el fondo esto, sin desechar ninguna hipótesis (...) Aquí estamos, llorando a nuestros muertos, reconociendo su heroísmo, ayudando a las familias damnificadas, a las que recibieron impacto directo e indirecto (…) En este momento tenemos cientos de hombres que aún trabajan en extinguir el fuego que queda (…) Como siempre o casi siempre el único culpable aquí se llama Chávez”.
Concluyó: “algún filósofo dijo: la función debe continuar, con nuestros dolores, nuestros pesares, nuestros muertos. Dice la Biblia, la muerte será absorbida o anulada por la victoria; la victoria de la Patria convertirá estas muertes heroicas e inocentes, estos dolores y sacrificios, en vida eterna”.
Durante la misa, el presidente Chávez dispuso el ascenso post mortem de los 18 oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana fallecidos tras la explosión y condecoró a otros que desempeñaron un rol heroico en las labores de rescate.
Antes, a su llegada al Complejo, aseguró que "hay elementos que configuran distintas hipótesis, no se puede obviar ninguna hipótesis, al sitio donde fue el foco de la explosión todavía nadie ha podido llegar".
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Gracias por utilizar nuestro blog, este blog quedo gracias a un trabajo que se realizo en la aldea Palavecino, del estado Lara, el consejo popular estudiantil del lapso, 2008-2012..